La sombra del poder (State Of Play)
Director: Kevin Macdonald. Guión: Matthew Michael Carnahan, Tony Gilroy y Peter Morgan, sobre la serie creada por Paul Abbott.  Intérpretes: Russell Crowe, Ben Affleck, Rachel McAdams, Robin Wright Penn, Jason Bateman, Helen Mirren, Jeff Daniels. Duración: 127 m. Año: 2009. Nacionalidad: EE.UU. / Reino Unido / Francia.


En la línea de clásicos del periodismo en el cine como "Todos los hombres del presidente" (Alan J. Pakula, 1976), Kevin Macdonald, responsable de la apreciable "El último rey de Escocia" (2006), realiza una clara apología del periodismo de investigación, el que destapa los trapos sucios del poder, el currado, el verdadero, vaya. Frente a él, opone el "periodismo" liviano e intrascendente que puede encontrarse en internet, aunque lo hace de una manera bastante sutil. Pero peor es que la trama sentimental quede poco cuajada, lo que resta contundencia al filme. No obstante, el argumento principal, ese oscuro proceso de privatización del ejército norteamericano, así como una excelente actuación de Russell Crowe como veterano y resabiado periodista, rematan una película francamente acertada.
Cinelandia.
Vaya por delante que Kevin Macdonald ("El último rey de Escocia" -2006-) saca adelante de forma digna un filme que aúna entretenimiento, intriga, acción en pequeñas dosis, homenaje al periodismo de investigación (tanto como crítica al modelo empresarial actual, en el que la rumorología extendida por la red sirve como noticia cierta con el fin último de vender más periódicos) y denuncia del fabuloso negocio que supone para las empresas de seguridad privadas los conflictos que mantiene abiertos EE.UU en Oriente Próximo (gracias a la adjudicación de los concursos que licita el Departamento de Defensa y que suponen una privatización encubierta de sus fuerzas armadas y de la seguridad nacional), pero se queda un poco lejano de redondear una gran película cuando vemos que manejaba suficiente material para ello. Y todo por otorgar excesiva importancia a la relación personal y afectiva existente entre los personajes que interpretan Russell Crowe (brillante como periodista experto, irónico y con recursos), Ben Affleck (cada vez mejor actor) y Robin Wright Penn (la más floja de todos), sobre todo a la hora del desenlace final y porque el ritmo que imprime es decreciente, después de un inicio estupendo y a pesar de los inevitables giros argumentales.

Álex.