Jojo Rabbit (Jojo Rabbit) Dirección: Taika Waititi. Guión: Taika Waititi, sobre la novela de Christine Leunens. Intérpretes: Roman Griffin Davis, Thomasin McKenzie, Scarlett Johansson, Taika Waititi, Sam Rockwell, Rebel Wilson, Alfie Allen, Stephen Merchant, Archie Yates, Luke Brandon Field, Sam Haygarth, Stanislav Callas, Joe Weintraub, Brian Caspe, Gabriel Andrews. Duración: 108 m. Año: 2019. Producción: Nueva Zelanda, República Checa y EE.UU.

Desde luego, la película es una clara parodia del nazismo, pero no es solo eso. En realidad, también es una original e inteligente crítica al ideario totalitario y una noble y divertida defensa del pensamiento libre. Haciendo uso de arquetipos exagerados pero incluso con corazoncito, como el propio Hitler interpretado por el director o el desternillante papel de Sam Rockwell, "Jojo Rabbit" transmite con mayor fuerza que otras denuncias serias lo repudiable y absurdo del racismo y el fascismo. Planteada a modo de peculiar cuento, la historia se desarrolla desde el punto de vista de un niño de 10 años fanático seguidor del nazismo que irá asumiendo, mediante el encuentro con sus supuestos enemigos, lo equivocado de su planteamiento. Cinelandia. Es curioso cómo en un breve periodo de tiempo el visionado de dos películas que comparten el hecho de tener otros filmes de clara referencia producen sensaciones tan contrapuestas, la una ("1917" -Sam Mendes, 2019-) donde todo te suena de antes, sin que eso la convierta en mala, y la otra, esta que nos ocupa, que acaba resultando original por encima de todo. Mérito sin duda del director, Taika Waititi, que partiendo de la parodia y la burla hacia algo tan nefando como el nazismo y lo que representa (ese Adolf Hitler como amigo imaginario del niño protagonista interpretado de forma divertida por él mismo es un golpe de efecto brillante) acaba por emocionar recordando que nunca la bondad y la inocencia de algo tan precioso como es la infancia deberían perderse por culpa de esa recurrente afición de los adultos por destruirse, compensando de forma proporcionada las, por momentos, hilarantes situaciones cómicas con las dramáticas, sorprendentes por su dureza. Reconfortante, amena y efectiva en su pretensión de remover conciencias, poco más se le puede pedir a una cinta que se quedará en mi particular imaginario de películas favoritas... Álex.