X-Men: primera generación (X-Men: First Class)
Director: Matthew Vaughn. Guión: Jane Goldman, Ashley Miller, Jamie Moss, Josh Schwartz y Zack Stentz, sobre un argumento de Sheldon Turner y Bryan Singer, basado en los personajes de cómic creados por Stan Lee y Jack Kirby. Intérpretes: James McAvoy, Kevin Bacon, Michael Fassbender, January Jones, Jason Flemyng, Rose Byrne, Oliver Platt, Jennifer Lawrence, Zoë Kravitz, James Remar, Matt Craven, Rade Serbedzija, Michael Ironside, Laurence Belcher, Bill Milner, Beth Goddard, Morgan Lily, Álex González. Duración: 132 m. Año: 2011. Producción: EE.UU.


La saga X-Men ("X-Men", Bryan Singer, 2000; "X-Men 2", Bryan Singer, 2003; "X-Men: la decisión final", Brett Ratner, 2006; y "X-Men orígenes: Lobezno", Gavin Hood, 2009) vuelve hacia atrás para tomar impulso. Y lo consigue, porque la atonía en la que había caído en sus últimas entregas (para mi gusto, sólo es realmente buena la primera parte) se borra en esta precuela de cómo surgieron estos mutantes y de cómo tomaron conciencia de que debían intervenir en los asuntos del mundo, bien para defenderse bien para controlarlo. En este caso, la acción principal transcurre en los primeros años 60 y, más concretamente, desemboca en la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, en 1962, donde ya por fin los X-Men materializan su primera acción. Entremedias, asistimos a un entretenido relato de los orígenes de los personajes principales, sus autodescubrimientos, afectos y rencillas, sobre todo encabezados por la relación entre Profesor X y Magneto, que interpretan estupendamente James McAvoy y Michael Fassbender.
Cinelandia.
Poco amigo de las sagas que se perpetúan por puro afán recaudatorio exprimiendo de donde no hay, máxime cuando la última entrega ya fue muy discreta ("X-Men: la decisión final", Brett Ratner, 2006) y para más inri se derivó a un spin-off del personaje de Lobezno ("X-Men orígenes: Lobezno", Gavin Hood, 2009) a mayor gloria de Hugh Jackman, también con resultados más bien flojos, si me he decidido a ver esta precuela ha sido con la esperanza de que, como ocurriera con el personaje del murciélago de la estupenda "Batman Begins" (Christopher Nolan, 2005), se relanzara a la altura de los dos primeros capítulos que firmó Bryan Singer como director ("X-Men" -2000- y "X-Men 2" -2003-), aquí productor ejecutivo. Y la verdad es que sí, que debido a la frescura con la que se presenta a los personajes en sus inicios (gracias sobre todo a James McAvoy y Michael Fassbender, estupendos como Profesor X y Magneto, respectivamente) y al acierto de ensamblar un guión sólido entremezclando las archiconocidas dudas que asaltan a los mutantes en cuanto a asumir su verdadera identidad y sus difíciles relaciones con los humanos con una trama de espionaje relacionada con la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, se consigue un filme más que convincente a la par que entretenido, al que como también suele ocurrir sólo le sobra efectismo y previsibilidad en su parte final (perdonable en cualquier caso).

Álex.