La vida de Adèle (La vie d'Adèle)
Dirección: Abdellatif Kechiche. Guión: Abdellatif Kechiche y Ghalia Lacroix, sobre el cómic de Julie Maroh. Intérpretes: Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux, Salim Kechiouche, Mona Walravens, Jeremie Laheurte, Alma Jodorowsky, Aurélien Recoing, Catherine Salée, Fanny Maurin, Benjamin Siksou, Sandor Funtek, Karim Saidi. Duración: 179 m. Año: 2013. Producción: Francia, Bélgica y España. |
Profunda y humana historia de una joven adolescente que, en su iniciación en el sexo, descubre sus verdaderas inclinaciones. Con una cámara siempre encima de la protagonista, interpretada soberbiamente por la joven Adèle Exarchopoulos, nos adentramos, primero, en sus dudas, luego, en su desconcierto, y, finalmente, en sus aciertos y errores a la hora de construir una relación, todo ello contado con minuciosidad, incluyendo escenas sexuales bien explícitas. De hecho, con excesiva reiteración, lo que se traduce en un metraje de tres horas que podría haber sido reducido para transmitir el mismo mensaje. Cinelandia. Pocas veces se habrán transmitido tantos sentimientos y emociones a través de una pantalla como en este maravilloso filme. Todo rezuma verdad, sientes como tuyas todas las vivencias de la protagonista (imperial Adèle Exarchopoulos), desde su despertar sexual que incluye el conocer su orientación con las inevitables dudas hasta su sufrimiento por no saber mantener a su lado al amor de su vida (excelente Léa Seydoux). Por medio, verdadero pavor a no ser comprendida, más dudas, sexo apasionado (hay que tener mucho valor para aceptar rodar escenas tan explícitas, me vuelvo a quitar el sombrero ante ambas y ante el director por hacerlo de forma tan bella y elegante), amor verdadero, frustración que acaba derivando en traición y, por último, abandono desde el que comenzar de cero. Mi única duda es si era necesario un metraje cercano a las tres horas para contar toda esta experiencia vital, que en ningún caso se hace larga o aburrida, pero que con un poquito más de mesura en la sala de montaje sin duda se acercaría a ser calificada como una obra maestra de nuestro tiempo. Álex. |