La vida sin Grace (Grace Is Gone)
Director: James C. Strouse. Guión: James C. Strouse.  Intérpretes: John Cusack, Alessandro Nivola, Shélan O'Keefe, Gracie Bdenarczyk, Mary Kay Place, Doug Dearth, Michael Thomas Dunn. Duración: 85 m. Año: 2007. Nacionalidad: EE.UU.


Apreciable ópera prima del norteamericano James C. Strouse, que construye un relato íntimo para hablar de un drama relacionado con la guerra de Irak, pero con consecuencias exclusivamente personales. En esta ocasión, la madre es la militar destinada en el conflicto y el poco comunicativo padre (excelente John Cusack) es el encargado de bregar con las dos niñas (también muy bien interpretadas por Shélan O'Keefe y Gracie Bednarczyk). Sin embargo, el resultado no deja de ser más bien simple: la ideología del padre, la relación con su hermano, la incipiente adolescencia de la hija mayor, el viaje en sí mismo, en fin, permitían haber indagado en otros terrenos inexplorados. Esta road movie familiar podría haber dado mucho más de sí.
Cinelandia.
Si la sencillez suele ser una característica positiva en cualquier filme, en un melodrama se vuelve casi imprescindible. No en vano ayuda a que las emociones se hagan mucho más cercanas y reconocibles, a la identificación con los personajes y a que la historia no resulte ajena. Todo esto ocurre en esta cinta, de corte independiente, que da una vuelta de tuerca más al conflicto iraquí, centrándose en el drama humano que supone para las familias el perder un ser querido en el mismo. Y si encima es la madre la fallecida, la papeleta que le queda al desvalido esposo de contárselo a las dos hijas de corta edad es cuanto menos embarazosa... Iniciar un viaje a ninguna parte (disfrazado de parque de atracciones) que acaba sirviendo para tomar perspectiva  y saber cómo afrontar el dolor es la solución que nos propone el director, salpicado de momentos realmente emotivos y tiernos, en gran parte generados por las excelentes interpretaciones de John Cusack y de las dos jovencitas. Lástima del poco peso que tiene el papel de Alessandro Nivola en el conjunto dramático del relato, hermano del "prota", aunque sirva para intercalar la inevitable crítica política. Por último, citar la aportación de Clint Eastwood en forma de banda sonora, en su faceta menos conocida de compositor (correcta y apropiada, pero sin deslumbrar).

Álex.