Valor de ley (True Grit)
Director: Joel y Ethan Coen. Guión: Joel y Ethan Coen, sobre la novela de Charles Portis. Intérpretes: Jeff Bridges, Matt Damon, Hailee Steinfeld, Josh Brolin, Barry Pepper, Paul Rae, Ed Corbin. Duración: 108 m. Año: 2010. Producción: EE.UU.


Los hermanos Coen se atraven con el "remake" de la película homónima, dirigida en 1969 por Henry Hathaway y con un inolvidable John Wayne con parche que consiguió su único Oscar. No era ésta una obra maestra, pero sí un magnífico western crepuscular, lleno de personajes al límite y fuera de lugar, rodado con una bella luz de ocaso y la naturalidad característica de un artesano todoterreno como Hathaway. Por su parte, los Coen aportan una envidiable concisión narrativa y, por contraste, ensombrecen el filme con una fotografía dominantemente oscura y gris que resalta aún más la decadencia de los protagonistas y de su mundo. Tanto la primera versión cinematográfica como ésta se ciñen bastante precisamente al libro original de Charles Portis, salvo algunos detalles, como, por ejemplo, que Hathaway cuenta el prólogo y prescinde del epílogo, mientras que los Coen apuestan por lo contrario, es decir, no muestran la muerte del padre de la niña que da pie a la acción y sí retoman al final a los personajes 25 años después, en coherencia con su intención de resaltar las derrotas vitales. Asimismo, donde en Hathaway se establecían lazos muy variados entre los protagonistas, los Coen apuestan más por la relación entre el marshall (excelente Jeff Bridges) y la niña (bastante bien Hailee Steinfeld) que busca la venganza y que, por otro lado, suaviza su carácter en relación con la máxima testarudez del personaje del primer filme. Y, por supuesto, ahí queda la firma de los Coen: momentos de humor negro (a costa del indio que va a ser ahorcado, la lengua cortada del tejano -acertado Matt Damon-, la puntería del marshall...), personajes bizarros como el médico con piel de oso... En cualquier caso, buen retorno de los hermanos directores. 
Cinelandia.
Creo que nunca había visto el mismo día la misma película, entiéndase original y "remake", hasta esta ocasión en la que ha bastado que los hermanos Coen (otros que no se pueden quejar de la atención que les prestamos en Cinelandia) insistieran tanto que su obra no era tal y sí una nueva versión de la novela de Charles Portis, que me ha faltado tiempo para buscar la comparación. Y la verdad es que ambas son buenas desde el momento en que la historia, muchas situaciones e incluso diálogos son coincidentes, pero no han faltado a la verdad Ethan y Joel Coen que al realizar unos pocos cambios, pero sustanciales, tanto en el inicio (colocando a la protagonista como narradora) como en el final (situándolo 25 años después del relato) han elevado este western crepuscular a un nivel superior del que consiguió Henry Hathaway en 1969. Lo consiguen incidiendo de forma más concisa en la épica tan norteamericana de unir personajes extremadamente individualistas y con moral ambigua, pero que sin embargo son capaces de crear sinergias entre ellos para impartir su ley sin importarles las formas y las consecuencias futuras, al tiempo que moderan el insoportable carácter de la niña que busca al asesino de su padre no tanto por justicia si no por venganza y que borda la debutante Hailee Steinfeld. Todo lo cual me congratula porque andaba yo peleado con los últimos trabajos de los hermanos, sin duda unos cineastas siempre interesantes y con un peculiar sentido del humor...

Álex.