Up In The Air (Up In The Air)
Director: Jason Reitman. Guión: Jason Reitman y Sheldon Turner, sobre la novela de Walter Kirn.  Intérpretes: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Jason Bateman, Tamala Jones, J.K. Simmons, Danny McBride, Chris Lowell, Zach Galifianakis, Steve Eastin. Duración: 108 m. Año: 2009. Nacionalidad: EE.UU.


Es de admirar la inteligencia de Jason Reitman ("Juno" -2007-) por hacernos sentir compasión o, al menos empatía, por el despreciable y miserable protagonista de esta magnífica "Up In The Air", un ejecutivo encargado de despedir a trabajadores de terceras empresas que no se atreven a hacerlo directamente. Claro que buena parte del mérito la tiene también la soberbia actuación de un George Clooney que parece sentirse muy cómodo en la piel de ese hombre en constante viaje y movimiento, sin hogar definido, duro y amable, cínico y sentimentalmente independiente. Aunque la entrada en escena de la amante (estupenda Vera Farmiga) parece llevar la película a derroteros más sensibleros, el guión nunca se quiebra y mantiene la coherencia hasta el final, conformando una película realmente sólida y con múltiples lecturas a nivel social y personal.
Cinelandia.
Ahora sí ha cuajado Jason Reitman una película madura e inteligente con un guión de categoría y no con la inexplicablemente alabada por todos "Juno" (2007), lo cual me reconforta bastante. Con un impecable (tanto a nivel interpretativo como de vestuario propiamente dicho) George Clooney  a la cabeza como el desarraigado, cínico y voluntario militante de la soledad que se gana (muy bien) la vida despidiendo a los trabajadores que sus empresas consideran que ya no necesitan y cuyo mayor anhelo no es otro que el de acumular millas de vuelo para ingresar en el selecto club de los que han llegado a los diez millones, el filme se mueve a medio camino entre la más rabiosa actualidad laboral (las escenas con las personas despedidas son de lo mejor, rezuman veracidad, ternura y desasosiego a partes iguales) y un tono filosófico-existencialista que incluye tentadoras teorías vitalistas (la clave está en la mochila...) de forma más que satisfactoria. Dicho lo cual, no quita para que corra el riesgo de venirse abajo cuando gira hacia senderos más amables, edulcorados y convencionales a los cuales cuesta siempre evitar aunque no sean necesarios como es el caso y que de alguna forma consigue con un final agridulce, sabor que está presente a lo largo de todo el metraje. Sería merecida su presencia en las nominaciones a los inminentes Oscar...

Álex.