Uno, dos, tres (One, Two, Three)
Director: Billy Wilder. Guión: Billy Wilder e I.A.L. Diamond, basado en la obra de teatro "Egy, kettó, három", de Ferenc Molnár. Intérpretes: James Cagney, Horst Buchholz, Pamela Tiffin, Arlene Francis, Liselotte Pulver, Hanns Lothar, Howard St. John, Leon Askin, Ralf Wolter. Duración: 108 m. Año: 1961. Nacionalidad: EE.UU.


Wilder consigue en "Uno, dos, tres" sus cotas más altas de acidez por fotograma gracias a esta auténtica locura sin pausa que protagoniza el director de la Coca-Cola en el Berlín Occidental dividido de 1961 ("antes tenía a mi cargo siete países y ahora tengo media ciudad y el día menos pensado salta por los aires"). El director y co-guionista afina la pluma más que nunca para arremeter no sólo contra el Comunismo ("tú estás loca, niña, de Rusia se sale, no se va a ella"), sino también contra el Capitalismo norteamericano ("Atlanta es Siberia con discriminación racial"). James Cagney borda literalmente su papel, siendo en gran parte responsable de mantener el ritmo trepidante de la película, aunque siempre está bien escoltado por Horscht Buchholz, como el comunista que conquista a la hija del presidente de Coca-Cola (Pamela Tiffin). Claro que nunca podrá olvidarse el gran papel de Hanns Lothar, como Schlemmer, el asistente de Cagney: -"durante la guerra yo estaba abajo" -"¿con la resistencia?" -"no, trabajaba en el metro, allí abajo nadie nos dijo nunca lo que pasaba arriba". Ni de la explosiva secretaria-amante Ingeborg, interpretada por Liselotte Pulver, que acaba bailando sobre la mesa para convencer a los tres emisarios soviéticos: -"mándenos los papeles con la chica por triplicado" -"¿los papeles por triplicado o la chica por triplicado?" -"si puede ser, ¡ambas cosas!".
Cinelandia.