Star Wars VIII: los últimos Jedi (Star Wars: Episode VIII - The Last Jedi)
Dirección: Rian Johnson. Guión: Rian Johnson, sobre los personajes creados por George Lucas. Intérpretes: Daisy Ridley, John Boyega, Adam Driver, Oscar Isaac, Mark Hamill, Carrie Fisher, Domhnall Gleeson, Benicio del Toro, Laura Dern, Gwendoline Christie, Kelly Marie Tran, Lupita Nyong'o, Anthony Daniels, Andy Serkis, Warwick Davis. Duración: 152 m. Año: 2017. Producción: EE.UU.


Avanzamos en la tercera trilogía de Star Wars, en este caso bajo la dirección del hábil Rian Johnson ("Looper" -2012-), que tanto se ha ganado el respeto de los productores que asumirá él solito una futura nueva tríada de películas (el filón galáctico está asegurado, desde luego). Y, efectivamente, Johnson logra en esta octava parte, siguiendo los pasos de "Star Wars VII: el despertar de la Fuerza" (J.J. Abrams, 2015), dotarla de altas dosis de aventura, con ajustadas proporciones de humor, alquimia que funciona muy bien a pesar del complejo abanico de tramas que despliega y que bien merece la duración de dos horas y media. Pero su verdadero aporte (a diferencia de todo lo visto anteriormente en la saga) es la rotunda desmitificación de los considerados tótems sagrados de "Star Wars" (desde sus personajes clásicos a ese concepto tratado cuasireligiosamente como es la Fuerza), evidenciando las ganas de romper con el pasado y elevar la historia por encima de lastres de manera que pueda funcionar eternamente. Porque siempre venderán las narraciones de rebeldes frente a la injusticia. Sobre todo si cualquiera de nosotros, sin necesidad de superpoderes, puede ser el héroe.
Cinelandia.
Continúa el universo ideado por George Lucas, ahora en manos de Disney, a muy buen nivel técnico y de capacidad de entretenimiento, con acusado sentido de la aventura, los indispensables toques de humor y el trasfondo argumental principal intacto. Quiero entender que la aportación de Rian Johnson ("Looper" -2012-) al mismo es restarle trascendencia y solemnidad a las disquisiciones religioso-filosóficas acerca de la Fuerza y de su uso, en definitiva, darle otro nuevo enfoque al eterno enfrentamiento entre el Bien y el Mal (divertida para ello la aparición del maestro Yoda). En el debe, un metraje estirado hasta el infinito y más allá en el que sobran algunas escenas absurdas (que no se pueden desvelar, claro), la ya cargante aparición de nuevos bichejos galácticos cuya única misión es engordar la caja con el merchandising y la tiranía de lo políticamente correcto de adecuar a los tiempos actuales que vivimos (igualdad de géneros, intérpretes de todas las razas) una ficción interplanetaria; en definitiva, nada que nos impida poner de nuevo la cuenta atrás en el reloj para la llegada del capítulo IX, que ya veremos si es el definitivo en el que se resuelvan las incógnitas premeditadamente pendientes...

Álex.