Tiempo (Old)
Dirección: M. Night Shyamalan. Guión: M. Night Shyamalan, sobre el cómic "Castillo de arena", de Pierre-Oscar Lévy y Frederick Peeters. Intérpretes: Gael García Bernal, Vicky Krieps, Rufus Sewell, Alex Wolff, Thomasin McKenzie, Abbey Lee, Nikki Amuka-Bird, Ken Leung, Eliza Scanlen, Aaron Pierre, Embeth Davidtz, Emun Elliott, Alexa Swinton, Gustaf Hammarsten, Kathleen Chalfant, Francesca Eastwood, Nolan River, Luca Faustino Rodriguez, Mikaya Fisher, Kailen Jude, M. Night Shyamalan. Duración: 108 m. Año: 2021. Producción: EE.UU.


Shyamalan coge el cómic "Castillo de arena" (2010), de Pierre-Oscar Lévy y Frederick Peeters, y, conservando el fuerte existencialismo que impregna su historia de ciencia ficción fatalista, añade de su propia cosecha para llevarlo a su terreno habitual de thriller con toques inquietantes y giro dramático de los acontecimientos, logrando de esta manera uno de sus mejores filmes en años. El director no solo consigue jugar con éxito a lo largo del metraje con numerosos detalles relacionados con el tiempo como factor causante de terror, sino que sabe dosificar con precisión cada paso en el que los personajes (más que nunca meros comparsas de una fuerza mucho mayor que ellos, por eso no destacan las actuaciones) se adentran en una espiral destructiva tan evidente en nuestras vidas como muy poco usada en el cine de esta manera. Y, además, el final ideado por Shyamalan es muy consistente con la esencia del argumento y pone de relieve una perspectiva que supone una cierta autorreferencia a "El bosque" (2004), aunque más claro es el homenaje de la película a "El ángel exterminador" (Luis Buñuel, 1962).
Cinelandia.
Aun con un guión manifiestamente mejorable y una selección de casting cuanto menos dudosa, una vez más el amigo Shyamalan demuestra su pericia para, de forma sutil y detallista, conseguir una atmósfera no tanto terrorífica como desasosegante y malsana (apoyándose en su notable técnica en el manejo de la cámara para sugerir más que mostrar) en esta fábula que tiene al tiempo como variable principal sobre la que desarrollar diferentes reflexiones existencialistas. Mejor si se hubiera quedado ahí y no hubiera apostado por un giro final demasiado explicativo y, desde luego, no tan acertado como en ocasiones anteriores...

Álex.