Take This Waltz (Take This Waltz)
Director: Sarah Polley. Guión: Sarah Polley.  Intérpretes: Michelle Williams,  Seth Rogen,  Sarah Silverman,  Luke Kirby,  Aaron Abrams,  Jennifer Podemski,  Raoul Bhaneja,  Matt Baram,  Diane D'Aquila,  Danielle Miller,  Vanessa Coelho. Duración: 116 m. Año: 2011. Producción: Canadá.


La segunda película como directora de la actriz Sarah Polley es una sólida y excelente visión crítica del amor y el matrimonio, a través de la historia de una joven felizmente casada que conoce a otra persona de la que se enamorará. Cómo abordar esta situación sin caer en tópicos era el desafío de Polley, que resuelve el filme de una forma elegante y bien alejada de lugares comunes que, en última instancia, se convierte en una revisión de lo que la pasión demasiado idealizadamente romántica tiene que ver con las necesidades de una pareja estable: poco. Por otro lado, la interpretación de Michelle Williams es de las que quedan en la retina del espectador por mucho tiempo, mientras que aguantan bien sus personajes Luke Kirby y Seth Rogen, éste manteniendo su faceta cómica que más le caracteriza.
Cinelandia.
La también actriz Sarah Polley sale airosa en su segundo largometraje a pesar de los graves defectos que le aquejan, como son una indisimulada pretensión de acumular todos los clichés posibles de lo que se ha venido a llamar cine "indie" (diálogos cargantemente inteligentes, música perfectamente identificable con el género, fotografía con una luz especial, etc., etc.) para etiquetar de fábrica el producto con lo que de negativo conlleva y, por otro lado, una cursilería por momentos galopante. Pero, como digo, aun así el resultado final es agradable gracias a las interesantes reflexiones que aporta sobre la complejidad de las relaciones de pareja, sobre si sólo el amor es suficiente para mantener a flote una convivencia diaria consumida por la rutina, sobre si debe basarse en el conformismo o, por contra, puede surgir de la insatisfacción personal. Todo ello desde un punto de vista femenino, pero respetando los perfiles de los personajes masculinos (lo cual no es fácil y supone un acierto), apoyado en una interpretación luminosa de Michelle Williams y con un sentido del humor envidiable, de ahí que la balanza se incline al lado positivo.

Álex.