Siete días de enero
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Cuando una película quiere reflejar unos hechos tan simbólicos como el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha, que marcaron un momento clave de la transición española, siempre se corre el riesgo de caer en el panfleto. Un peligro que podría ser más evidente con el trasfondo político marcadamente izquierdista de Juan Antonio Bardem. El mérito en este caso es el de obviar las lecturas más simplistas y llevar adelante una narración en la que el espectador pueda sacar sus propias conclusiones, correctamente realizada e interpretada. En ese momento era casi implosible aspirar a otra cosa. Deckard. |