Salidos de cuentas (Due Date)
Director: Todd Phillips. Guión: Alan R. Cohen, Alan Freedland, Todd Phillips, Adam Sztykiel. Intérpretes: Robert Downey Jr., Zach Galifianakis, Jamie Foxx, Michelle Monaghan, Juliette Lewis, Rhoda Griffis, RZA, Matt Walsh, James Martin Kelly, Brody Stevens. Duración: 100 m. Año: 2010. Nacionalidad: EE.UU.


El director de la fresca y divertida "Resacón en Las Vegas" (2009) vuelve a la carga con esta buddy movie, arquetípica película de dos personajes con identidades contrapuestas (aunque en cierto modo ambos buscan algo parecido a la madurez, significado del título original: "Due Date") y que ponen a prueba su amistad a través de diversas aventuras en un acertado tono de comedia. La historia plantea la relación entre un ejecutivo serio y responsable que va a ser padre (que aunque parezca increíble interpreta Robert Downey Jr., por cierto, excelente) y un irresponsable total que acaba de perder a su padre y que borda Zach Galifianakis, haciendo casi un calco de su papel en "Resacón en Las Vegas". Ambos se ven "obligados" a compartir coche para cruzar Estados Unidos y, por delante, se sucederán una serie de desencuentros, malentendidos y líos en los que ambos se verán involucrados. Todd Phillips resuelve el filme con solvencia y humor suficientes para mantener su crédito como uno de los renovadores de la comedia norteamericana moderna.
Cinelandia.
Respetando todos los gustos, niego la mayor de que este tipo de cintas supongan un soplo de aire fresco o una nueva corriente a considerar dentro de la comedia norteamericana, como mayoritariamente se comenta. La sutileza o inteligencia están sustituidas por la patochada y el gamberrismo, y si bien hay momentos de verdadera gracia (en este caso coincidentes con las apariciones de Jamie Foxx y Juliette Lewis), todo resulta demasiado pueril e incluso previsible, a pesar de los ímprobos esfuerzos de Robert Downey Jr. por otorgarle importancia a su papel, un futuro papá obligado a compartir viaje con el impresentable de Zach Galifianakis (su personaje, claro, aunque ahora que lo pienso no parece que en la vida real sea muy diferente...).

Álex.