Quo vadis, Aida? (Quo vadis, Aida?)
Dirección: Jasmila Zbanic. Guión: Jasmila Zbanic. Intérpretes: Jasna Djuricic, Izudin Bajrovic, Boris Ler, Dino Bajrovic, Johan Heldenbergh, Raymond Thiry, Boris Isakovic, Emir Hadzihafizbegovic, Reinout Bussemaker, Teun Luijkx, Juda Goslinga, Jelena Kordic, Alban Ukaj, Ermin Bravo, Edita Malovcic. Duración: 101 m. Año: 2020. Producción: Bosnia y Herzegovina, Austria, Rumanía, Países Bajos, Alemania, Polonia, Francia, Noruega y Turquía.


Una cruda, directa y cinematográficamente inteligente recreación de la matanza de Srebrenica, uno de los muchos puntos negros que tuvieron las guerras de descomposición de la antigua Yugoslavia en los años 90, y en la que, a modo de exterminio premeditado, los serbios asesinaron a más de 8.300 bosnios musulmanes civiles. La cámara sigue constantemente a una bosnia traductora de los Cascos Azules de la ONU, que se ven impotentes ante el avance del ejército y los paramilitares serbios, paralizados por su propia burocracia y, finalmente, presionados para dejar indefensos a los refugiados. La estructura y espíritu de la película bien podrían ser totalmente contrarios a "La lista de Schindler" (Steven Spielberg, 1993), pues, si en el filme estadounidense se respira esperanza dentro del infierno, aquí se acumula la desesperanza de una mujer que al menos trata de salvar a su propia familia, mientras presiente la tragedia ante la angustia de no poder ayudar a los demás. Una obra absolutamente necesaria para no olvidar.
Cinelandia.
Claro ejemplo de filme más valioso por el mensaje y la enseñanza que transmite, en unos minutos finales maravillosos en los que la angustia y la impotencia de la protagonista son apartadas por la conciliación, la convivencia y la educación como vehículos necesarios para que algo tan inhumano como el exterminio del semejante no se produzca, que por su estilo cinematográfico, demasiado directo, casi rudo, y maniqueo en exceso hasta incurrir en la caricatura. Parece mentira que hace menos de 30 años pudiera ocurrir en la vieja Europa algo tan repugnante como las matanzas étnicas, vaya papelón vergonzoso de la ONU y solo cabe esperar que con la desaparición de la antigua Yugoslavia también se hayan evaporado los odios entre sus pobladores.

Álex.