Que se mueran los feos Director: Nacho G. Velilla. Guión: Nacho G. Velilla, Oriol Capel, Antonio Sánchez y David Sánchez. Intérpretes: Javier Cámara, Hugo Silva, Tristán Ulloa, Carmen Machi, Ingrid Rubio, Juan Diego, María Pujalte, Lluis Villanueva, Kira Miró, Julián López. Duración: 109 m. Año: 2009. Nacionalidad: España.

La nueva comedia del especialista Nacho García Velilla mantiene las constantes de la precedente, "Fuera de carta" (2008) -que sigo considerando mejor-, donde el director demuestra que domina los resortes más clásicos del género. En este caso, la historia del "feo" del pueblo y sus vicisitudes da pie a un filme que respira buenas y graciosas situaciones, y que demuestra el gracejo y saber hacer de ese pedazo de cómico que es Javier Cámara. Pero, como todas las comedias, los actores de reparto son muy importantes y ahí destacan Juan Diego, Julián López, Carmen Machi, Hugo Silva, Ingrid Rubio... La trama evita casi siempre el trazo grueso y opta más por el retrato costumbrista para, al final, dejar un poso optimista y la sensación de que aún se pueden hacer buenas comedias sin mayores pretensiones. Aunque queda lejos de ser redonda, pues a Nacho G. Velilla todavía no le ha llegado su obra maestra... Cinelandia. "...Que no quede ninguno", continuaba la canción. Si pasara de verdad, además de con los homosexuales o cualquier otro colectivo sujeto al repertorio de chistes patrios, ¿qué harían directores populistas como Nacho García Velilla para exprimir todos los tópicos más o menos costumbristas de forma más o menos burda y seguir explotando el filón que iniciara con "Fuera de carta" (2008) y del cual tiene pinta de no querer apearse mientras el público y la taquilla le respalden? Habrá que reconocerle esa habilidad, para la cual se apoya en actorazos como Javier Cámara y Juan Diego (otros no pintan nada en este tipo de comedias, como Tristán Ulloa o Ingrid Rubio), pero a mí me sigue sin convencer y además es que por un momento la película se hace larga cuando todo el mundo sabe que la belleza está en el interior... Álex.