Prometheus (Prometheus)
Director: Ridley Scott. Guión: Damon Lindelof y John Spaihts. Intérpretes: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce, Patrick Wilson, Sean Harris, Kate Dickie, Rafe Spall, Logan Marshall-Green. Duración: 124 m. Año: 2012. Producción: EE.UU.


Ridley Scott ha tenido que retomar 33 años después la saga que ideó con la obra maestra "Alien, el octavo pasajero" (1979), y que continuó brillantemente James Cameron ("Aliens: el regreso" -1986-), para darle el nivel y la categoría que había ido perdiendo en manos de David Fincher ("Alien 3" -1992-) y Jean-Pierre Jeunet ("Alien resurrección" -1997-). Con la precuela "Prometheus", el director británico se reencuentra con la ciencia ficción en un filme de factura impecable y con un desarrollo cercano al referente original (esa expedición con fines nobles pero motivaciones privadas oscuras, ese encuentro con el peligro extraterrestre, esa heroína al límite, ese robot digno de sus predecesores, el bicho del alien que ronda durante todo el metraje hasta que aparece...) y, al mismo tiempo, alejado de la mera película de terror, dado que apuesta por una historia vocacionalmente más trascendente, con una trama que deja al alien en un segundo plano frente al papel de los ingenieros y creadores, es decir, de una visión existencialista. También destacan las grandes interpretaciones de Michael Fassbender (como el androide científico), Noomi Rapace (como una especie de nueva Ripley), Charlize Theron (como la fría representante de la compañía fletadora, Weyland Industries) o un irreconocible Guy Pearce. Con un final abierto que deja al descubierto todas las posibilidades para su continuación, ya se ha confirmado que será el propio Scott el que tome las riendas para rematar su magna obra.
Cinelandia.
A fuerza de ser repetitivo, si ya es un craso error acometer una precuela de una obra maestra como es "Alien, el octavo pasajero" (1979), qué menos que aportes algo nuevo a la historia para que ésta se revitalice y mantenga intacto su atractivo (por ejemplo, "Batman Begins" - Christopher Nolan, 2005-). Pues no, al señor Ridley Scott para este nuevo viaje interplanetario no le hacen falta alforjas y lo plaga de situaciones idénticas y con un perfil de personajes similares al original, de la mano de un guión pobre y reiterativo que te martillea constantemente con frases metafísicas sobre la añeja rivalidad científico-religiosa, hasta convertirlo en un remedo caduco y rancio del mismo, donde la única novedad es la cienciológica teoría de que los humanos fuimos creados por una raza alienígena superior (??). Y, para remate, nos brinda un final tan pirotécnico y megalómano como poderoso visualmente gracias a los brillantes efectos especiales y a los incontables recursos técnicos que posee, lo que junto a la profesionalidad del reparto salva al filme de un descalabro mayor. Siempre le he defendido, pero empiezo a dudar si no tienen razón los que ya hace tiempo sostienen la teoría de que no es el mismo (y no volverá a serlo) que el que rodó dos obras maestras de la ciencia ficción como la citada "Alien, el octavo pasajero" (1979) y "Blade Runner" (1982), además de otro buen puñado de filmes ("Los duelistas" -1977-, "Thelma & Louise" -1991-, "Gladiator" -2000-, etc.).

Álex.