El perfecto desconocido Director: Toni Bestard. Guión: Arturo Ruiz. Intérpretes: Colm Meaney, Ana Wagener, Carlos Santos, Natalia Rodríguez, Guiem Juaneda, Pascal Ulli, Vicky Peña, Kate Burdette, Xisco Segura. Duración: 92 m. Año: 2011. Producción: España.

El mallorquín Toni Bestard se estrena en la dirección con este largometraje sobre un irlandés que vuelve al pueblo donde una vez fue feliz con su chica. Comprendemos que una tragedia pasó y que el protagonista necesita exorcizar el pasado. Pero, precisamente, esta trama, quizá en exceso simple, es la que puede interesar menos en la película. En cambio, la relación de amistad que el personaje traba con distintas personas del pueblo: una chica decidida que quiere irse, un chico mohíno que no sabe hacer frente a sus padres, una mujer madura que desea un hijo con cualquiera de dos candidatos... Esto es lo mejor del filme, porque se aborda con un costumbrismo desenfadado, de humor natural y sencillo que genera inmediata empatía. Cinelandia. Dijo en la presentación del filme su debutante director, el mallorquín Toni Bestard, que era una película honesta y sincera, hecha con sus mejores intenciones. Y con buenos resultados añadiría yo, y es que tanto al inicio que te consigue enganchar a la historia a pesar de su tono pausado y melancólico, como en la mayor parte de la misma desarrollando un humor entre costumbrista y absurdo producto de los encuentros del personaje que da título a la cinta (bien interpretado por Colm Meaney) con los lugareños del pueblo balear al que ha llegado para cerrar viejas heridas del pasado, la sensación es bastante satisfactoria. Quizá se le puede reprochar que la deriva a una parte final trágica (pues no todo es comedia ya que el resto de los personajes a los que no entiende por razones del idioma pero sí comprende en sus diferentes dramas, estos amenazan con estallar amargando el buen rollo previo) resulta un poco chirriante respecto al tono general, pero en ningún caso como para estropear lo que ya es un inicio prometedor y que esperemos tenga continuidad... Álex.