El subgénero de comedia paródica y gamberra siempre ha tenido una buena escuela en los Estados Unidos. Y aquí tenemos un ejemplo de filme divertido y cachondo, sin más pretensiones. De hecho, la directora (y también actriz) Elisabeth Banks es muy consciente de sus limitaciones, pero también del terreno en el que juega y de lo que puede dar de sí. Y ese es su éxito. Si no esperamos mucho ni tenemos prejuicios pasaremos un buen rato con la historia de ese oso con un brutal subidón accidental por cocaína y todo lo que ello depara con una galería de personajes de lo más estrambóticos. Cinelandia. |