El origen del planeta de los simios (Rise Of The
Planet Of The Apes)
Director: Rupert Wyatt. Guión: Rick Jaffa y Amanda Silver, sobre la idea del libro de Pierre Boulle. Intérpretes: James Franco, Andy Serkis, Freida Pinto, Brian Cox, John Lithgow, Tom Felton. Duración: 105 m. Año: 2011. Producción: EE.UU. |
Vagamente basada en "La rebelión de los simios" (J. Lee Thompson, 1972), "El origen del planeta de los simios" narra el momento en el que los chimpancés adquieren la inteligencia suficiente para rebelarse contra la opresión de los humanos, vaya, lo que sería la precuela de la clásica "El planeta de los simios" (Franklin J. Schaffner, 1968). A diferencia de "La rebelión de los simios", donde el detonante del cambio se deriva de un viaje en el tiempo, "El origen del planeta de los simios" apuesta por una explicación algo más plausible: una investigación científica para curar el alzheimer y probada en chimpancés desata el esperado efecto secundario por el que los primates adquieren una capacidad de razocinio que les da autoconsciencia de la esclavitud a la que están sometidos y que, necesariamente, concluye en su rebelión e independencia. Será la semilla de su futuro control del planeta (aunque esto podrá contarse en una continuación). La película, más allá de algunos personajes y situaciones arquetípicas (científicos ante los límites morales, afán de negocio por parte de la farmacéutica, etc.) entretiene y la animación permite contemplar de forma más realista a los chimpancés, dejando por fin de lado los llamativos disfraces que tenían que vestir los actores. Cinelandia. Se está convirtiendo en una constante en este curso cinematográfico que de la aversión inicial a las películas que continúan sagas o las preceden (y no querría ponerme pesado con el asunto), paso al relativo interés por ellas debido a la mayoría de críticas positivas cosechadas y a resultados anteriores efectivamente satisfactorios. Y en este caso la verdad es que me la podía haber ahorrado, pero como el director y los productores hacerla. Sin que sea una película mala, pues su capacidad de entretenimiento es bastante notable apoyada en unos efectos digitales sobresalientes y unas escenas finales de acción espectaculares y bien rodadas, resulta demasiado superficial en todos los sentidos, desde la construcción de los personajes hasta la resolución final, pasando por una sucesión de situaciones de lo más tópicas. Y, sobre todo, que la explicación aportada de cómo los simios llegaron a controlar el planeta era innecesaria y desde luego no está a la altura de la que dejaba intuir el clásico de Franklin J. Schaffner ("El planeta de los simios" -1968-), al cual en ningún caso complementa o enriquece, de ahí que insista en que resulta tan entretenida como innecesaria. Álex. |