Nunca, casi nunca, a veces, siempre (Never Rarely Sometimes Always)
Dirección: Eliza Hittman. Guión: Eliza Hittman. Intérpretes: Sidney Flanigan, Talia Ryder, Théodore Pellerin, Ryan Eggold, Sharon Van Etten, Drew Seltzer, Lester Greene, Kim Rios Lin, Luz Ozuna, Brett Puglisi, Aurora Richards, April Szykeruk, Alana Barrett-Adkins, Michael Erik, Guy A. Fortt, Rose Elizabeth Richards, Deepti Menon, Carolina Espiro. Duración: 101 m. Año: 2020. Producción: EE.UU. y Reino Unido.


Con la austeridad y naturalidad propias del mejor cine indie estadounidense, Eliza Hittman traza la historia implacable de una menor que requiere interrumpir un embarazo no deseado (poco a poco se acabará intuyendo su horrible origen) y las múltiples dificultades que se encuentra para ello, aun cuando vive en un Estado supuestamente liberal de la Costa Este de Estados Unidos. La cercanía hiperrealista de los personajes y las situaciones le dan autenticidad a la cinta, cuyo drama tiene la virtud de no resaltarse más de lo necesario y dejar a la sagacidad del espectador el atar cabos.
Cinelandia.
Respetando el punto de vista de la directora de que la decisión o no de abortar debe recaer siempre en la mujer (otra cosa es compartirlo cuando de menores, como es el caso, se trata y según las circunstancias en las que se haya provocado el embarazo), desde criterios estrictamente cinematográficos al filme le hubiera venido bien que el sufrimiento que transmite su protagonista lo hubiera verbalizado un poco más (no es casualidad que el momento más emocionante lo represente el test que tiene que responder en la clínica antes de la intervención, con el que se concede un mínimo desahogo a tanta penalidad que está soportando). Por lo demás, prevalece la sutil intención de que el espectador acompañe a la atribulada protagonista en su escapada con ese tono tan realista en el que sólo la cámara se interpone entre ambos (reiterativas las escenas de vagabundeo por el metro y la estación de autobuses), se identifique con su terrible situación (descorazona más descubrir el origen del problema que la consecuencia) y, por qué no, sueñen juntos con un futuro mejor...

Álex.