No sé decir adiós
Dirección: Lino Escalera. Guión: Pablo Remón, sobre un argumento de Lino Escalera y Pablo Remón. Intérpretes: Nathalie Poza, Juan Diego, Lola Dueñas, Pau Durà, Miki Esparbé, César Bandera, Noa Fontanals, Marc Martínez, Emilio Palacios, Oriol Pla, Greta Fernández, Pere Brasó, Miguel Guardiola. Duración: 96 m. Año: 2017. Producción: España.


Pocas veces una película ha sido capaz de darle sentido a su título con la escena final como este sobrio, austero, áspero y pretendidamente feísta drama, en el que la detección de una grave enfermedad al patriarca familiar provoca el reencuentro de sus dos hijas (y el de una de ellas con él) y rápidamente aparecen serios problemas de comunicación, de asimilación y de actuacion con el problema sobrevenido que indican que aquello no va a ser fácil que acabe bien. Aunque las interpretaciones son de altura (destaca sobremanera Nathalie Poza con un repelente personaje de aparente éxito profesional pero vacío por dentro, entregado al alcohol y a las relaciones sexuales fugaces) cuesta empatizar con lo que se está viendo, huérfano como está el espectador (de forma intencionada) de alguna mínima explicación previa que justifique tan arbitrarios comportamientos. Y además está la moda actual de querer despojar al drama de toda su fuerza intrínseca, en parte con lo anteriormente explicado y otras veces, las menos, con el uso del sentido del humor (aquí de forma acertada, a mayor gloria y lucimiento del siempre efectivo Juan Diego), lo que en mi caso provoca que me invada cierta frialdad hacia lo que estoy viendo que minimiza las expectativas iniciales. Con todo es una cinta a la que no le faltan virtudes y de un nivel medio interesante, como así supo apreciar el jurado de la 20ª edición del Festival de Cine en Español de Málaga.
Álex.