Nightcrawler (Nightcrawler)
Dirección: Dan Gilroy. Guión: Dan Gilroy. Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Riz Ahmed, Bill Paxton, Marco Rodríguez, James Huang, Kent Shocknek, Pat Harvey, Sharon Tay, Michael Hyatt. Duración: 117 m. Año: 2014. Producción: EE.UU.


¿Hay algo realmente tan podrido en cierto tipo de "periodismo" televisivo que un psicópata se sentiría en él a sus anchas? Esa es la premisa sobre la que el debutante en la dirección Dan Gilroy asienta su película, porque "Nightcrawler" propone un viaje al fondo de una mente al mismo tiempo inteligente y perversa como es la del protagonista, un tipo sin oficio ni beneficio, interpretado de forma excelente por Jake Gyllenhaal (que se está especializando en personajes retorcidos), que encuentra en el reporterismo de sucesos sórdidos su forma ideal de prosperar en la vida. Armado con su cámara, no duda en ofrecer un espectáculo de sangre y sufrimiento de accidentados, heridos y muertos en actos violentos (siempre cometidos por minorías raciales contra blancos ricos, por supuesto), que hacen las delicias de una cadena local de noticias y también de la audiencia más morbosa, en una espiral de responsabilidades que lleva a que el psicópata en cuestión prospere en un negocio por él mismo definido como una impecable empresa mercantil más, e incluso logre hechizar (previo chantaje) hasta rozar el orgasmo a la jefa de programación de ese canal de televisión. Una historia mordaz, dura y acidísima, que es toda una lección sobre lo que no debería ser jamás el periodismo.
Cinelandia.
Siempre son bienvenidas las propuestas que nos muestran y denuncian todo comportamiento humano detestable y que nos deberían hacer reflexionar seriamente. En este caso, la absoluta falta de escrúpulos y de ética profesional en aras del simple beneficio económico de un sector del periodismo televisivo (lamentablemente cada vez más amplio) que, lejos de divulgar e informar, no digamos ya de servir como vehículo educativo y cultural, se esmera en ofrecer lo que denominamos "telebasura" a una audiencia amoral ávida de violencia, morbo, truculencia y demás elementos de los que en público no tenemos pudor en renegar abiertamente en una actitud de lo más hipócrita. Un funesto "matrimonio" en el que es difícil discernir qué fue primero, si el huevo de que esta clase de programas existen por culpa de la industria que los emite o la gallina de que lo hacen porque es el público el que los demanda (en mi caso siempre me apunto al carro de la gallina y, por ello, me gusta apelar a la conciencia personal de cada uno para rechazar este tipo de comportamientos). Un claro mensaje el que nos deja este notable filme impecablemente guionizado, con un personaje principal muy bien construido por un solvente Jake Gyllenhaal, acompañado por unos veteranos a los que hace tiempo que no tenía el placer de ver como Bill Paxton y Rene Russo, y al que solamente un tono excesivamente paródico (casi caricaturesco) le aleja de resultar más convincente al restarle realismo y sumarle cierta inverosimilitud.

Álex.