Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres
(Män som hatar kvinnor) Director: Niels Arden Oplev. Guión: Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg, sobre la novela de Stieg Larsson. Intérpretes: Michael Nyqvist, Noomi Rapace, Sven-Bertil Taube, Peter Andersson, Peter Haber, Marika Lagercrantz, Lena Endre, Ingvar Hirdwall. Duración: 159 m. Año: 2009. Nacionalidad: Suecia, Dinamarca y Alemania. |
El fallecido novelista Stieg Larsson no podrá ver en pantalla grande la adaptación de su trilogía novelística, como tampoco disfrutó de su éxito editorial. Una lástima. Desconozco los libros, pero desde luego la versión cinematográfica de la primera parte es un francamente interesante caso policial donde conviven oscuros secretos del pasado (alrededor de la familia investigada) con otros añadidos del presente (relacionados con la coprotagonista). La trama resulta más que curiosa y aporta un trasfondo moral y social ajeno a otros "best-sellers", mientras que la pareja protagonista podrá ser calificada de cualquier cosa salvo de poco original. Todo el conjunto funciona muy bien y, a veces, llega a ser bastante absorbente, de modo que en absoluto se hacen largos los 159 minutos del metraje. Cinelandia. Una vez más se presentaba la ocasión de visionar una adaptación cinematográfica de un "best-seller" literario (de lo poco interesante que exhibe la cartelera, en plena sequía preveraniega después de un primer tercio de año arrollador) sin haber leído éste. Y la verdad es que no por utilizar elementos más que conocidos deja de funcionar en pantalla; una trama bien desarrollada de un supuesto asesinato en el seno de una familia que parece esconder oscuros secretos, con cierto sabor añejo a cine negro, salpicada de unas cuantas escenas de sexo escabroso (¡que se note la liberalidad sueca sobre el particular!) y la inevitable historia de amor entre los protagonistas conforman este exitazo literario, parece que fielmente llevado al celuloide. Al debe, una duración excesiva en cuanto a que no se deja nada a la imaginación o intuición del espectador y se cierran todos los cabos de la historia de forma explícita, concatenando una serie de finales más o menos previsibles hasta llegar al esperado desenlace (posiblemente consecuencia de esa fidelidad al texto antes comentada). Ya lo complicarán los norteamericanos cuando hagan su versión... Yo, por el momento, creo que seguiré con los suecos en su adaptación al cine de esta trilogía literaria. Álex. |