Malditos bastardos (Inglorious Basterds)
Director: Quentin Tarantino. Guión: Quentin Tarantino. Intérpretes: Brad Pitt, Diane Kruger, Christoph Waltz, Daniel Brühl, Mélanie Laurent, Mike Myers, Maggie Cheung, Eli Roth, Samm Levine, B.J. Novak, Til Schweiger, Gedeon Burkhard, Paul Rust, Michael Bacall, Omar Doom, Sylvester Groth, Julie Dreyfus, Jacky Ido, August Diehl, Martin Wuttke. Duración: 153 m. Año: 2009. Nacionalidad: EE.UU. y Alemania.


Tenía curiosidad por ver cómo Tarantino trataba el tema de la 2ª Guerra Mundial, a través de la surrealista historia de esa especie de batallón judio de élite cuya misión es arrancar cabelleras nazis. Pero, sobre todo, tenía ganas de recuperar al mejor Tarantino de "Reservoir Dogs" (1992), "Pulp Fiction" (1994) y "Jackie Brown" (1997). Y, sí, bueno, Tarantino brilla a ratos. Sobre todo en la creación de ese personaje que es el implacable coronel nazi Hans Landa (espectacular Christoph Waltz), y que pasa directamente a engrosar la galería de clásicos del cine bélico. También hay acierto en la presentación de los "malditos bastardos", encabezados por un cómico Brad Pitt, así como en parte de las tramas protagonizadas por Diane Kruger (como la actriz-espía Bridget von Hammersmark) y Mélanie Laurent (como la vengativa Shosanna). Y lo que le termina de dar empaque es el acertado tono de buen humor negro marca de la casa y que da como resultado una gloriosa reescritura de la historia.
Cinelandia.
Ni siquiera tomándome la película como lo que es, un disparate paródico alejado de toda similitud con la realidad de la 2ª Guerra Mundial, consigo convencerme de que Quentin Tarantino haya realizado una buena película. Hace tiempo que su chispa e ingenio en los diálogos se han visto relegados en beneficio de los excesos que le gusta cometer: mayor número de episodios violentos, demasiada parodia y alargamiento innecesario de ciertas escenas. Presentada por capítulos, el nivel de los mismos es decreciente y si en verdad empiezan bastante bien, con una presentación de los personajes brillante (lo mejor de todo el conjunto es sin duda el papel de Christoph Waltz, magnífico como coronel nazi de las SS), acaba todo como el rosario de la aurora y cierta sensación de tomadura de pelo. Dicho esto, por supuesto que en 153 minutos de duración hay momentos de lucidez y de buen cine, pero el resultado global es de cierta decepción.

Álex.