La llegada (Arrival)
Dirección: Denis Villeneuve. Guión: Eric Heisserer, sobre el relato "Story Of Your Life", de Ted Chiang. Intérpretes: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O'Brien, Tzi Ma, Nathaly Thibault, Pat Kiely, Joe Cobden, Julian Casey, Larry Day, Russell Yuen, Abigail Pniowsky. Duración: 116 m. Año: 2016. Producción: EE.UU.


Pocas veces he salido tan desconcertado de una película como con "La llegada" y eso es un notable mérito, puesto que ya llevo muchos filmes vistos en mi vida. Por un lado, la cinta tiene el gran valor de ser ciencia ficción pura: narra el contacto con unos extraterrestres cuya vida transcurre en unas coordenadas temporales totalmente distintas de las nuestras y eso es contado de forma literalmente apropiada, lo cual puede, efectivamente, desorientar al espectador acostumbrado a la narrativa lineal. Además, la habitual dinámica de que la llegada de seres de otros mundos desata automáticamente el uso de la fuerza es aquí sustituida por la más lógica de intentar comunicarse, eso sí, en un contexto de incertidumbre, como en "Encuentros en la tercera fase (Steven Spielberg, 1977), pero de forma más dramática. De hecho, el protagonismo absoluto no recae en un militar o en un científico, sino en una lingüista (estupenda y desgarradoramente contenida Amy Adams), la única que en el fondo está mejor preparada que nadie para intentar hacerse entender. Por otro lado, este armazón sólido de ciencia ficción esconde una tragedia personal que se entrelaza a la perfección dentro de esta historia de género, lo que recuerda películas soviéticas como "Solaris" (Andréi Tarkovski, 1972). Sin embargo, si se analiza la esencia del filme, la historia es más simple de lo que se pretende y el giro final pierde capacidad de sorpresa porque se ve venir. No obstante, "La llegada" es una notable apuesta para un director como Denis Villeneuve, a las puertas de estrenar la secuela de "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982), nada menos.
Cinelandia.
Sensaciones encontradas las que me genera el nuevo trabajo del siempre interesante Denis Villeneuve, un filme de valor por lo que propone pero que no acabo de estar convencido de que sea una buena idea el empastar un drama intimista (sin duda lo que tiene un peso mayor dentro del relato) con la ciencia ficción de carácter metafísico y existencial. Las ideas de la necesidad de comunicarse con el diferente por encima del uso de la fuerza bruta y de la no linealidad del tiempo consiguen captar mi atención, pero el estilo tan sugerente, extraño e incluso poético de filmar, con una fotografía y banda sonora adecuadas a ello, me resulta demasiado lánguido por momentos. Un claro ejemplo de película de las que necesitan un segundo visionado, al menos...

Álex.