Kaplan (Mr. Kaplan)
Dirección: Álvaro Brechner. Guión: Álvaro Brechner. Intérpretes: Héctor Noguera, Néstor Guzzini, Rolf Becker, Nidia Telles, Nuria Fló, Leonor Svarcas, Gustavo Saffores, Hugo Piccinini. Duración: 98 m. Año: 2014. Producción: Uruguay, España y Alemania.


Un anciano de origen judío y que siente no haber hecho nada relevante en su vida se alía con un perdedor bonachón para emprender una aventura surrealista basada en la localización de un vecino de origen alemán sobre el que tienen (poco) fundadas sospechas de ser un antiguo nazi. Es más, su plan pasa por secuestrarle y trasladarle desde Uruguay hasta Israel para que sea juzgado, emulando así al famoso cazanazis Simon Wiesenthal. Sobra decir que todo es una tremenda locura que da pie a situaciones bastante tragicómicas, si bien el mayor valor del filme estriba en la afinada construcción de los dos personajes protagonistas, que tratan de redimir sus derrotas vitales y que generan automática empatía con el espectador.
Cinelandia.
La representante uruguaya para los próximos Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa (aunque a estas alturas ya sabemos que no se encuentra entre las que tienen opciones de conseguir el galardón) es una modesta comedia con poso de amargura, tintes de humor entre negro y cínico y alguna pincelada surrealista. La rebeldía del anciano judío que se resiste a pasar su senectud de forma resignada, tal y como parece que la sociedad en general y su familia en particular le tienen preparado, le lleva a embarcarse en una disparatada aventura para capturar a un presunto refugiado nazi de los muchos que consiguieron llegar a América Latina al finalizar la guerra y llevarle a Israel para ser juzgado, para lo cual cuenta con la ayuda de un perdedor vital, conocido de la familia, que verá la oportunidad de redimirse ante la suya y recuperarla y la oposición, claro está, del resto de la misma. Mejores intenciones que resultado en lo que a veces parece una anécdota estirada, aunque hay momentos verdaderamente divertidos y el trabajo de la curiosa pareja es más que aceptable.

Álex.