It (It)
Dirección: Andy Muschietti. Guión: Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman, sobre la novela de Stephen King. Intérpretes: Bill Skarsgård, Jaeden Lieberher, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Wyatt Oleff, Jeremy Ray Taylor, Jack Dylan Grazer, Chosen Jacobs, Nicholas Hamilton, Jake Sim, Logan Thompson, Owen Teague, Jackson Robert Scott, Stephen Bogaert, Stuart Hughes, Geoffrey Pounsett, Megan Charpentier, Javier Botet. Duración: 135 m. Año: 2017. Producción: EE.UU. y Canadá.


Después de la abrupta salida inicial en la dirección de este proyecto de Cary Fukunaga ("Beasts Of No Nation" -2015-, "True Detective" -TV 2014-, "Jane Eyre" -2011-) comenzaron las dudas sobre qué tipo de adaptación se iba a hacer de la gran novela de terror de Stephen King: ¿demasiado suave y correcta?, ¿demasiado comercial? El telefilme previo, "It" (Tommy Lee Wallace, 1990), contaba con la impactante actuación de Tim Curry como el payaso Pennywise pero su calidad y atrevimiento dejaban mucho que desear. El caso es que se colocó a los mandos de la nueva (y ya hemos de decir que incontestable) versión a Andrés Muschietti y respiramos tranquilos, porque ya nos había regalado su primera y (por momentos) brillante película "Mamá" (2013), y podíamos esperar lo mejor. Pero el resultado ha superado con creces lo previsto. Y es que el "It" de Muschietti no solo traslada fielmente el sentido de la novela, sino que crea un universo desbordante y rico en matices, más allá del miedo que provoca (y tanto que sí), donde la infancia inocente se encuentra acosada constantemente por la corrupción del mundo adulto en una serie de sucesivas metáforas que convierten el filme en una alegoría sobre el paso a la madurez. Ha hecho bien el director en concentrar la película enteramente en la parte infantil del libro de King, porque consigue así una obra coherente que resulta un cruce perfecto entre la historia de aprendizaje vital de los chavales y el planteamiento de terror (un poco al estilo de "Súper 8" -J.J. Abrams, 2011-, pero mucho más sobrecogedora). Bill Skarsgård interpreta al payaso asesino con la brillantez que también aportan los modernos efectos especiales y sus escenas son a cada cual más efectiva, sin soslayar unos cuantos detalles realmente crudos, mientras que la pandilla protagonista es un excelente microcosmos de los perdedores que en el fondo todos hemos sido alguna vez, sobresaliendo la interpretación de una notable Sophia Lillis, cuyo personaje femenino tiene mucha mayor relevancia que en el libro. Cosas de los tiempos que corren... Por supuesto, queda la puerta totalmente abierta a la segunda parte, ya con los niños convertidos en adultos como protagonistas...
Cinelandia.