El incidente (The Happening)
Director: M. Night Shyamalan. Guión: M. Night Shyamalan.  Intérpretes: Mark Wahlberg, Zooey Deschanel, John Leguizamo, Ashlyn Sanchez, Betty Buckley, Spencer Breslin, Robert Bailey Jr., Jeremy Strong. Duración: 90 m. Año: 2008. Nacionalidad: EE.UU.


A estas alturas de la jugada, nadie puede dudar ya de que Shyamalan ha conseguido crear un estilo propio, un universo particular de tensión y sucesos extraordinarios donde se desenvuelve con una envidiable soltura. En esta ocasión, vuelve al relato cercano a la ciencia ficción (con clara moraleja ecológica), tras el paréntesis más bien de fantasía que supuso la meritoria "La joven del agua" (2006), acercándose más a la impactante "Señales" (2002). De repente, la gente empieza suicidarse masivamente en distintas poblaciones del noreste de Estados Unidos. Un planteamiento que el director estruja para crear suspense de prácticamente muy poco y con la dificultad añadida de hacerlo en espacios abiertos y a plena luz del día. Pero quizá lo más significativo de "El incidente" sea que no nos encontramos con giros finales que dan la vuelta a la trama (como en su obra maestra, "El sexto sentido" -1999-, o en la magnífica "El protegido" -2000-), ni siquiera con momentos escalofriantes (como en "El bosque" -2004-). Simplemente nos sumergimos en el suspense de ver qué sucede cuando lo inexplicable llega a unos personajes normales, incluso antihéroes, como los retratados por Mark Wahlberg y Zooey Deschanel. Sus actuaciones podrán ser puestas en entredicho ahora, pero apuesto a que esta película en su conjunto se acabará convirtiendo en una pequeña joya dentro de la ya de por sí notable filmografía de Shyamalan.
Cinelandia.
Resulta casi una evidencia que el Sr. Shyamalan ha iniciado una cuesta abajo peligrosa. Nunca he compartido que los primeros síntomas aparecieran en "Señales" (2002) o "El bosque" (2004), como opinión mayoritaria extendida y comúnmente aceptada, y sí en cambio en "La joven del agua" (2006), que aun siendo menor a todas las anteriores resulta muy superior a esta última. Si bien el comienzo es prometedor, la historia resulta excesivamente plana, sin tensión, destripada desde el principio (y además te das cuenta pronto de ello) y con un final digno de los peores telefilmes del género. Por no hablar del error de casting cometido con la pareja protagonista, que está para matarla (en el caso de Wahlberg es reincidente y parece un caso perdido) en una subtrama afectiva que resulta infumable. En definitiva, ni rastro de las señas de identidad que le han hecho grande como director, y ya se sabe que no hay mejor camino al fracaso que traicionarse a uno mismo. Sinceramente, sería mejor que cambiara de registro y de género (no parece que esté en sus planes a la vista del próximo proyecto), para revitalizar su cine.

Álex.