Green Border (Zielona granica)
Dirección: Agnieszka Holland. Guión: Maciej Pisuk, Gabriela Lazarkiewicz y Agnieszka Holland. Intérpretes: Jalal Altawil, Maja Ostaszewska, Behi Djanati Atai, Tomasz Wlosok, Al Rashi Mohamad, Dalia Naous, Monika Frajczyk, Jasmina Polak, Maciej Stuhr, Agata Kulesza, Talia Ajjan, Taim Ajjan. Duración: 147 m. Año: 2023. Producción: Polonia, EE.UU., Francia, República Checa, Bélgica, Alemania y Turquía.


Esta película debería ser obra de cabecera y de obligada visión en las escuelas, centros de trabajo y despachos políticos, de modo que de una vez por todas pudiera concienciar a la gente de lo que es y significa la migración de personas y cómo se debe abordar desde todos los aspectos. Porque, y ese es su mayor valor, el filme refleja las reacciones de las distintas partes implicadas: desde los propios migrantes, a quienes (¡por fin!) alguien humaniza, hasta los policías y militares que cumplen el mandato político de impedir que crucen la frontera y, lo que es peor, juegan con ellos a moverlos de un país a otro, a aprovecharse de ellos, a dejarlos morir... Y señala a la gente corriente: desde los que fríamente desprecian a los recién llegados hasta los activistas que tratan de aliviar mínimamente el sufrimiento. En este caso habla de la crisis migratoria de sirios en la frontera de Polonia (un país de la Unión Europea, ¡supuestamente civilizado!) y Bielorrusia, pero podría tratarse de cualquier caso similar. En este sentido, la película casa muy bien como continuación de la magnífica "Io capitano" (Matteo Garrone, 2023), que cuenta la huida de los africanos por su continente hasta llegar a las puertas europeas. ¡Y qué decir del final más irónico y sangrante cuando llegan masivamente los ucranianos!
Cinelandia.
Durísimo testimonio y acerada crítica en acertado blanco y negro de la actual presidenta de la EFA, Agnieszka Holland, sobre la crisis migratoria en la frontera polaco-bielorrusa que se viene produciendo desde hace unos años con resultados fatales en cuanto a pérdida de vidas humanas y de violaciones continuas de los derechos humanos más básicos. Contada desde diferentes puntos de vista y situaciones vitales dispares, la cinta es tan cruda y desgarradora como necesaria, acabando en punto álgido gracias a la comparativa con la actual situación de emergencia humanitaria que provoca la guerra ruso-ucraniana que avergüenza a cualquiera, claro que a Polonia y sus gobernantes los primeros...
Álex.