El desafío: Frost contra Nixon (Frost/Nixon)
Director: Ron Howard. Guión: Peter Morgan, sobre su propia obra de teatro.  Intérpretes: Frank Langella, Michael Sheen, Rebecca Hall, Toby Jones, Matthew Macfadyen, Kevin Bacon, Oliver Platt, Sam Rockwell. Duración: 122 m. Año: 2008. Nacionalidad: EE.UU. / R.U.


Parece que esta vez el errático Ron Howard ("Un, dos, tres... Splash" -1984-, "Apolo 13" -1995-, "Una mente maravillosa" -2001-) ha dado de lleno en el blanco con esta película que relata las entrevistas que concedió el infame ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon a un periodista británico especializado en entrevistas de carácter "humano". El filme no sólo recrea el acontecimiento con precisión, sino que genera sobre el espectador un creciente interés y tensión acerca de un asunto a priori poco atractivo para la mayoría. Además, para el preocupado por el mundo del (auténtico) periodismo, "Frost contra Nixon" constituye un texto educativo evidente de cómo hacer una mala y una buena entrevista a un personaje de lo más tétrico, al tiempo que el director consigue humanizarnos todas las situaciones e, incluso, ¡al propio Richard Nixon! En este sentido, los actores están sobresalientes, especialmente Frank Langella (Nixon), pero ni de su interpretación ni de su puesta en escena se revelan los "defectos" propios de un filme basado en una obra de teatro, como la sobreactuación o el inmovilismo de la cámara. Ni rastro, porque prácticamente nada sobra en esta película. Bueno, Rebecca Hall no aporta demasiado a la trama, salvo su belleza, claro, que es mucha.
Cinelandia.
Interesante documento político-social sobre la serie de entrevistas televisadas que mantuvieron el periodista británico de variedades David Frost y el ya ex-presidente de los EE.UU Richard Nixon y en las que, contra todo pronóstico a la vista de la evolución de las mismas, éste último acabó reconociendo que había fallado al pueblo norteamericano por su implicación en el caso "Watergate" y asumiendo que había perdido la batalla de cara a recuperar una cierta credibilidad que creía tener todavía a su alcance. Resulta casi conmovedor el enfoque final en el que acaba confesando a su interlocutor su nula empatía social, como demostrándole envidia por ser un triunfador. Enorme Frank Langella como Nixon (podría tener opciones a ser el triunfador como mejor actor) y bien acompañado por el resto del reparto, donde sólo la atractiva y superflua presencia de Rebecca Hall desentona con el enfoque del relato.

Álex.