The Florida Project (The Florida Project) Dirección: Sean Baker. Guión: Sean Baker y Chris Bergoch. Intérpretes: Willem Dafoe, Brooklynn Prince, Bria Vinaite, Caleb Landry Jones, Mela Murder, Valeria Cotto, Christopher Rivera, Macon Blair, Sandy Kane. Duración: 111 m. Año: 2017. Producción: EE.UU.

A veces se desgasta la definición de "cine indie" de tanto usarla, de tantos que pretenden aplicar el calificativo a su propia obra de forma inexacta o directamente falsa. En cambio, "The Florida Project", la película de un Sean Baker que en otras ocasiones no ha tenido problemas en rodar con móvil y bajo presupuesto con tal de acercarse al máximo a aquello que pretende narrar, diría que es un magnífico ejemplo de a lo que un filme independiente debe aspirar: mostrarnos esa realidad que no es que esté necesariamente escondida, sino que está ahí todos los días y no la vemos, y transmitir emoción con personajes sencillos, mundanos o excluidos sociales, pero llenos de fuerza y energía, tanto dramática como cómica. Todo ello late en "The Florida Project", que, aunque con ciertas limitaciones narrativas, cuenta el día a día de varios marginados sobreviviendo en un motel del extrarradio, además desde el punto de vista de los niños que juguetean (ajenos al dramón de sus mayores) sin saber que apenas están a unos pasos de Disneyworld. Nada menos. Cinelandia. Teniendo claro lo que propone el director Sean Baker, recordarnos que con el éxito convive el fracaso y que a la vuelta de la esquina de vivir el sueño americano está la pesadilla de ser un marginado o excluido social, no me convencen sus formas narrativas. Demasiada vocación documental y naturalista para una historia que, a mi entender, hubiera necesitado de un hilo conductor fuerte que vertebrara el relato y que este no fuera, por momentos, una simple sucesión de escenas inconexas y montadas de forma cuestionable. Con todo, quedan para el recuerdo unos veinte minutos finales que emergen muy por encima del resto por su carga dramática (con ese fantástico y simbólico final con Disneyworld por medio, más apropiado para la inocencia y fantasía de los grandes perjudicados por los pecados y miserias de los adultos como son los niñ@s) y la frescura y sencillez de esas interpretaciones infantiles (a las que habría que sumar la del siempre eficiente Willem Dafoe como el gerente-ángel de la guarda del motel-gueto donde transcurre todo el filme). Álex.