Felices 140
Dirección: Gracia Querejeta. Guión: Santos Mercero y Gracia Querejeta. Intérpretes: Maribel Verdú, Antonio de la Torre, Eduard Fernández, Marian Álvarez, Nora Navas, Alex O´Dogherty, Ginés García Millán, Paula Cancio, Marcos Ruiz. Duración: 98 m. Año: 2015. Producción: España.


La directora Gracia Querejeta ("El último viaje de Robert Rylands" -1996-, "Héctor" -2004-, "Siete mesas de billar francés" -2007-, "15 años y un día" -2013-) vuelve a sumar otra propuesta interesante a su filmografía dentro del ámbito de la complicada convivencia familiar. Esta vez, con la dificultad que tiene darle el tono adecuado a la historia de la mujer que gana un premio multimillonario e invita por su 40 cumpleaños a su familia y amigos cercanos para compartir con ellos la alegría. Pronto saldrán a relucir las rencillas y, lo que hasta entonces era un filme más bien costumbrista, pasa a convertirse, a raíz de un brutal giro de guión, en una historia de considerable mala baba que desata los más oscuros instintos, hasta dar con un final al que le falta algo más de fuerza. Eso sí, asistimos a otra demostración de lo gran actriz que es Maribel Verdú, por supuesto, muy bien acompañada por un reparto de altura.
Cinelandia.
Siempre me interesa el cine de Gracia Querejeta por su facilidad para convertir en sencillas y naturales las relaciones humanas, dejando que la complejidad de las mismas quede latente en un segundo plano amenazando con romperlas en cualquier momento. Y no es diferente en su nuevo trabajo, la historia de la cuarentona que quiere celebrar su onomástica tan señalada reuniendo a sus seres más queridos, lo que pronto deriva en un muestrario costumbrista de esas relaciones donde cada uno saca lo mejor y lo peor de sí mismo, contado con ritmo y hasta sentido del humor. El anuncio de una sorpresa para los invitados por parte de la homenajeada que tiene que ver con el vil metal y un arriesgado giro de guión hacen que el filme se adentre en el terreno del thriller, y, aunque aquí también demuestra pericia Gracia para manejarse, el filme pierde credibilidad e incluso al final cae en la tentación de suavizarlo dejando un regusto insípido. Modestamente creo que no era necesario el giro para demostrar de forma contundente que por dinero somos capaces de hacer cualquier cosa, con que lo hubiera seguido sugiriendo a través de su tono humanista habitual más cercano a la comedia hubiera sido suficiente para haber redondeado una mejor película...

Álex.