El señor de los anillos: las dos torres 
(The Lord of the Rings: The Two Towers)
Director: Peter Jackson. Guión: Frances Walsh, Philippa Boyens, Stephen Sinclair y Peter Jackson, sobre la novela de J.R.R. Tolkien. Intérpretes: Elijah Wood, Ian McKellen, Viggo Mortensen, Sean Astin, Billy Boyd, Liv Tyler, John Rhys-Davies, Christopher Lee. Duración: 179 m. Año: 2002. Nacionalidad: EE.UU. /  Nueva Zelanda.


El viaje continúa, sí, aunque esta segunda parte, "Las dos torres", parece decelerar la trepidante serie de aventuras encadenadas de la primera, para detenerse más en el retrato de los personajes. Sigue habiendo acción, claro, si bien la trama se centra en el feroz enfrentamiento que cierra esta nueva entrega y en la reunión de los principales personajes de la historia. Al haberse rodado las tres partes de un tirón, obviamente "Las dos torres" conserva los espectaculares efectos especiales, paisajes y decorados de fábula, aunque la fase argumental tratada resulta más insustancial en relación con su sorprendente predecesora. Pero no temáis, todavía aguardan fantásticas aventuras.
Cinelandia.
Perdido ya el efecto sorpresa por lo bien que queda reflejada en la película la trama del libro, la segunda entrega de "El Señor de los Anillos" parte ya con cierta desventaja sobre su predecesora. Además, frente a la primera, siquiera puede disfrutar de un inicio normal, con el planteamiento de personajes e historia que todo film tiene, y encima tampoco tiene derecho a final propio. O sea, que antes de nacer, ya se sabe que el "hijo", es decir la peli, nace mutilado. Por lo tanto, el director sólo podía aferrarse a lo bueno, que no es poco, de la historia para que el resultado fuera digno. Y lo es, resulta digno, pero sólo éso. Los diferentes caminos que siguen los personajes quedan deslabazados, se hace dificilísimo seguir la situación, incluso temporal, en la que cada uno se encuentra, y ese sacrificio que se hace de metraje para narrar la aventura de los distintos miembros de la Comunidad, con el propósito de dejar más de tres cuartos de hora a la batalla final, me parece inútil. Sólo cuando reposa un poco, surje la intensa emoción. Encima, el enano se convierte ahora en bufón para lograr esas risas que parecen últimamente obligatorias en toda película y que, como queda demostrado en la primera parte, no son para nada necesarias. Bueno sí, para atraer a la sala a cierto público reticente y lograr una mayor recaudación.

Tobías.
La segunda entrega de "El señor de los anillos" me ha dejado un sabor agridulce. Si la primera parte no hubiera sido una adaptación tan magnífica, quizá "Las dos torres" podría juzgarse con más benevolencia. Ocurre que todo lo bueno de la película: ambientación, decorados, escenas de masas... ya lo habíamos visto en "La compañía del anillo" y lo dábamos por descontado. Nos fijamos entonces en algunos defectos que de otra manera podrían pasar más desapercibidos. Sin entrar en la fidelidad de la adaptación, ha decepcionado el desarrollo de algunos personajes como el elfo Legolas o el enano Gimli, así como el montaje de las distintas historias de los miembros de la ahora separada compañía. Además, en una película que ya es suficientemente épica ¿qué pinta Aragorn volviendo de la tumba, Gandalf ejerciendo de exorcista o las cabriolas de un Legolas desatado? Para compensar, cabe destacar la introducción del Gollum/Smeagol, sin duda el mejor personaje virtual que se ha paseado por una pantalla de cine. Casualmente, una buena parte de sus diálogos están tomados casi textualmente de su predecesor literario, como ya hacían algunos otros personajes en "La compañía...". En cualquier caso, "Las dos torres" consigue que se pasen las casi tres horas de película sin darse uno cuenta.

Deckard.