Después de la boda (Efter Bryllupet)
Director: Susanne Bier. Guión: Susanne Bier y Anders Thomas Jensen.  Intérpretes: Mads Mikkelsen, Sidse Babett Knudsen, Rolf Lassgård, Stine Fischer Christensen. Duración: 120 m. Año: 2006. Nacionalidad: Dinamarca / Suecia.


Bien estructurado drama, en el que progresivamente se van destapando los distintos giros argumentales con buen hacer por parte de la directora, que casi no parece venir de la conocida (y bastante rallante) escuela "Dogma" danesa. La vida de un colaborador de ONG en India cambiará radicalmente cuando vuelva a Dinamarca con el fin de conseguir fondos para su trabajo con los pobres y, extrañamente, sea invitado a la boda de la hija de su mecenas. Un argumento intrigante que esconde mucho más. Varias ideas subyacen en la película, pero para mí las más importantes son dos: la opción entre volcarte con tu familia aunque no tengas nada en común o con las personas que forman tu día a día, y el precio de cada cual paga para aceptar una vida acomodada u otra de sacrificio. Sobre el reparto, su nivel general es francamente notable, con la salvedad de la hierática actuación del protagonista, cuya cara tiene la expresividad de una piedra.
Cinelandia.
Candidata en los últimos Oscar a mejor película de habla no inglesa de forma más que merecida, esta cinta danesa es ante todo un ejercicio de estilo de su directora Susanne Bier, el cual supera con nota. Aventajada alumna del movimiento "Dogma", maneja con maestría la cámara, primero para denunciar la situación de los países del mal llamado Tercer Mundo (en este caso la India) y luego para hacer una disección profunda, descarnada y emotiva de las relaciones humanas, gracias a enfrentar a los personajes entre sí, a sus propios pasados y futuros, planteándoles situaciones donde las decisiones a tomar son todo menos fáciles. Todo ello apoyado con buenas interpretaciones y una banda sonora que parece que no está, pero que refuerza el mensaje de manera notoria. Solamente el exceso de planos detalle de las caras de los protagonistas, que ralentizan mínimamente el desarrollo, y el no haber trufado el drama con algún momento más de humor de los que se apuntan restan nota a esta notable película. Esperemos que Susanne Bier no se pierda en su próximo desembarco en Hollywood...

Álex.