Interesante aproximación a los últimos años de la vida de Marie Colvin, corresponsal de guerra que acaba mentalmente descontrolada, debatiéndose entre su afán por seguir al detalle los conflictos para denunciar los abusos y los perjuicios psicológicos que siempre causan los conflictos bélicos. Si bien la película cabalga indecisamente entre el enfoque personal y el debate ético periodístico, prefiero más este segundo plano, que acaba quedando reducido en comparación con el drama individual, mientras Rosamund Pike desborda con frecuencia su galería de gestos. Cinelandia. |