Celda 211
Director: Daniel Monzón. Guión: Daniel Monzón, Jorge Guerricaechevarría, sobre la novela de Francisco Pérez Gandul. Intérpretes: Luis Tosar, Marta Etura, Alberto Ammann, Antonio Resines, Carlos Bardem, Manuel Morón, Félix Cubero. Duración: 110 m. Año: 2009. Nacionalidad: España y Francia.


Daniel Monzón ("El corazón del guerrero" -2000-, "El robo más grande jamás contado" -2002- y "La caja Kovak" -2006-) da sin duda un espectacular salto de calidad con este filme carcelario, duro y realista, que se basa sobre todo en una excepcional actuación a cargo de Luis Tosar. Y que reposa también en un guión magnífico, que mezcla sabiamente la complicada posición personal del funcionario de prisiones atrapado dentro de un motín con la dramática situación de los presos. Ello le sirve al director para lanzar una certera llamada de atención acerca de la (errónea) política carcelaria, a lo que se suma la trama con los etarras utilizados como rehenes (y sus consecuencias), que consigue aportar una mayor profundidad a la historia. Pero especialmente logrado está el dibujo del personaje del funcionario (correcto Alberto Ammann) encerrado entre los presos, y cuya evolución resulta sencillamente apasionante. Múltiples lecturas, por tanto, para un filme vigoroso que sitúa a Monzón como un director a seguir en el futuro.
Cinelandia.
Tras la crudísima escena inicial emerge una vibrante y enérgica película de género, lo cual es bastante infrecuente en la industria cinematográfica de este país, que junto con "Ágora" (2009) debería copar las nominaciones a los próximos Goya. Por diferentes y variadas razones: el ritmo es casi frenético, la violencia es creíble, el guión es bastante sólido (aunque no estoy completamente convencido de que no haya ningún fleco suelto, ¡con lo poco que me gustan los segundos visionados!), los personajes están perfectamente construidos y rezuman veracidad, la trama es compleja, rica en matices, extremadamente original (la utilización de los presos etarras es brillante) y destila una crítica al sistema penitenciario y a la clase política tan ácida como necesaria. Pero sobre todo nos enseña una vez más, gracias a la empatía que se genera entre los personajes de "Malamadre" y de "Calzones" y a las trayectorias opuestas que toman, que las distancias se acortan entre lo socialmente aceptado y lo excluido cuando las circunstancias lo exigen y que la desesperación es uno de los peores enemigos del ser humano, hasta el punto de transformarlo en bestia. Una pena que para desarrollar argumentalmente ésto último el director se tome la licencia de utilizar como detonante una situación bastante increíble y que chirría negativamente dentro del conjunto hasta el punto de impedir que el filme alcance el sobresaliente, al que sí llegan casi todo el reparto actoral con un Luis Tosar a la cabeza, que nos ha dejado para la galería de personajes inolvidables al carismático "Malamadre". Y aunque no os lo creais, además hay humor y del bueno...

Álex.
No voy a abundar en los elogios que aquí recibe la película, porque todos son acertados. Destaca sobremanera la poderosa actuación de Luis Tosar, que se merece todos los premios que le van a dar. Sólo quisiera expresar mi queja por la elección de Alberto Ammann como co-protagonista de la película. No lo hace mal, de ningún modo, pero me parece que le falta fuerza, gancho. No está a la altura ni de Tosar, por supuesto, ni de Resines, que, con lo poco que sale, nos hace muy creíble su personaje. Ni el físico, ni la cara ni la voz de Alberto Amman encajan con un líder carcelario capaz de montar la que monta (por mucho que fuera a su pesar). Otra cosa que chirría es el enfoque de apocado del primer negociador. Muy resultón para reírse de él, pero si este hombre se supone que representa un negociador experto, pues apañados vamos... Dicho esto, hay que ir a ver la peli. El dato curioso: es la primera vez que veo que en los títulos de crédito salen los nombres de la figuración (los extras).

J.J.