Más allá de las colinas (Dupa dealuri)
Director: Cristian Mungiu. Guión: Cristian Mungiu, sobre la novela basada en hechos reales de Tatiana Niculescu Bran.  Intérpretes: Cosmina Stratan, Cristina Flutur, Valeriu Andriuta, Dana Tapalaga, Catalina Harabagiu, Gina Tandura, Vica Agache, Nora Covali, Dionisie Vitcu, Ionut Ghinea. Duración: 150 m. Año: 2012. Producción: Rumanía, Francia y Bélgica.


El rumano Cristian Mungiu retoma la dirección, cinco años después de su cruda "4 meses, 3 semanas, 2 días" (2007), para aplicar su estilo sobrio y casi documentalista a una historia basada en hechos increíblemente reales. El reencuentro años después de dos amigas, procedentes del mismo orfanato, le sirve para lanzar mensajes a varios niveles: los cambios que produce el paso del tiempo y el hecho de que cada chica haya tomado un camino bien diferente en sus vidas (una monja, firme en sus creencias, y la otra con una evidente dependencia emocional); la contraposición entre fe y amor, dado que el afecto de una de ellas es rechazado por las nuevas posiciones morales de la otra; y, finalmente, la desoladora falta de comprensión practicada por todos y cada uno de los personajes y que lleva a un fatal desenlace. En contra del filme juega la reiteración narrativa de Mungiu, que lleva no sólo a un exceso de metraje, sino sobre todo a una redundancia en cuanto a lo que se quiere contar.
Cinelandia.
El reencuentro de dos amigas que compartieron su infancia en un orfanato y que han tomado rumbos diferentes (una ha encontrado su sitio en un convento ortodoxo consagrando su vida a Cristo a través de la oración y de realizar las tareas cotidianas que tal lugar requiere y la otra vuelve de Alemania para convencerla de que estarán mejor en el mundo exterior, donde no se volverán a separar nunca) le sirve a Cristian Mungiu para confrontar lo espiritual y lo material, la fe y la razón, desde una óptica totalmente aséptica y neutral dejando que el espectador elija, en lo que sin duda es la mejor virtud del filme, al tiempo que nos deja un retrato social de la Rumanía actual, pagando todavía tantos años de oscurantismo. Más discutible son las formas que emplea, excesivamente minucioso y reiterativo, que provocan un metraje desmedido y acaban lastrando el desarrollo, a pesar de lo cual se sigue con interés hasta un final verdaderamente dramático consecuencia de la incomprensión y la tozudez que ejercen todos los que creen que su posición es la correcta, y no de la maldad porque repito que si de algo carece el relato es de maniqueísmo y de culpables y/o inocentes...

Álex.