Beautiful Boy, siempre serás mi hijo (Beautiful Boy)
Dirección: Felix Van Groeningen. Guión: Luke Davies y Felix Van Groeningen, sobre los libros "Beautiful Boy", de David Sheff, y "Tweak", de Nic Sheff. Intérpretes: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan, Christian Convery, Kaitlyn Dever, Oakley Bull, Amy Forsyth, Stefanie Scott, Julian Works, Jack Dylan Grazer, Kue Lawrence. Duración: 120 m. Año: 2018. Producción: EE.UU.


Basado en hechos reales, el filme retrata de forma cruda y honesta la deriva a la adicción de las drogas de un chaval desde la perspectiva de la relación padre-hijo. No se trata tanto de indagar en las causas (cuando lo intenta hacer -poco-, la película pierde fuelle), sino básicamente en el deterioro del autocontrol por parte del chico y en la creciente desesperación paterna ante un problema complejo y de resolución ciertamente muy difícil. El director no escatima en algunas escenas duras, casi siempre sin remarcar en exceso la emotividad fácil y sí poniendo sobre la mesa un planteamiento moral terrible: ¿hasta dónde puede llegar la ayuda a un drogadicto, siendo mayor de edad y por mucho que sea tu propio hijo?
Cinelandia.
Posiblemente sin la potencia y la frescura de la magnífica "Alabama Monroe" (2012), el realizador belga Felix Van Groeningen vuelve a incidir en un drama familiar con marchamo de tragedia basado en una historia real. La del padre e hijo con una relación especial, alterada gravemente por la adicción del segundo a las drogas en general y a la metanfetamina en particular; una mirada honesta y limpia sobre cómo una desgracia de este tipo afecta profundamente a todos los implicados en la misma, no sólo al drogadicto (sin duda lo mejor del filme), bien interpretada por el dúo Steve Carell - Timothée Chalamet, algo reiterativa en su desarrollo y cerrada de forma lógica de acuerdo a esos hechos reales en los que se basa, pero inadecuada respecto a la deriva que toma en su parte final, lo cual es una contradicción importante que la penaliza.

Álex.