Aprendiz de gigoló (Fading Gigolo)
Dirección: John Turturro. Guión: John Turturro. Intérpretes: John Turturro, Woody Allen, Vanessa Paradis, Sharon Stone, Sofía Vergara, Liev Schreiber, Bob Balaban, Max Casella. Duración: 90 m. Año: 2013. Producción: EE.UU.


El más conocido como actor John Turturro aborda su quinta película como director con esta historia que parte de la surrealista idea de un par de amigos que, empujados por la necesidad económica, se meten a ofrecer servicios de compañía y sexo a mujeres de mediana edad. Este descacharrante planteamiento inicial es terreno propicio sobre todo para el lucimiento de un Woody Allen que se encuentra como pez en el agua en su papel de "chulo" aficionado. Aunque los créditos del guión pertenecen exclusivamente a Turturro, Allen hace totalmente suyos los diálogos. Y también parece obra del genio de Manhattan la alucinante escena del juicio de los ancianos judíos a la pobre "pecadora". Pero, junto a la trama principal, Turturro parece querer contar otras cuestiones más "serias", desde la necesidad básica de amor de las personas (las maduras solitarias, la viuda aislada emocionalmente, la soledad del propio gigoló) hasta el anacrónico y asfixiante mundo del judaísmo en Nueva York. Lástima que el director no termine de cuajar mejor todos estos elementos.
Cinelandia.
A medida que pasan los minutos desde el visionado, la inicial sensación de sorpresa y extrañeza, en ningún caso negativa, va tornando a indiferencia e incomprensión. De hecho, creo que John Turturro ha desaprovechado una buena ocasión de realizar una comedia inteligente a lo Woody Allen teniéndolo en el reparto, aun a riesgo de que pareciera más del propio Woody que suya. El prometedor comienzo de los dos amigos que por necesidades económicas se embarcan en el negocio más viejo del mundo acaba derivando en un melodrama no exento de pretensiones líricas y poéticas acerca del amor, el dolor y la soledad ciertamente intrascendente y que no acaba de calar, quizá también por ese retrato de la comunidad judía en Nueva York que provoca estupor e incomprensión a partes iguales por su surrealismo ¿satírico? En definitiva, un trabajo pulcro, por momentos elegante como su banda sonora, pero que no aporta mucho ni a la comedia ni al melodrama...

Álex.