Anna Karenina (Anna Karenina)
Director: Joe Wright. Guión: Tom Stoppard, sobre la obra de León Tolstoi.  Intérpretes: Keira Knightley, Aaron Taylor-Johnson, Kelly Macdonald, Jude Law, Michelle Dockery, Matthew Macfadyen, Emily Watson, Olivia Williams, Domhnall Gleeson, Alicia Vikander. Duración: 129 m. Año: 2012. Producción: Reino Unido.


Joe Wright ("Orgullo y prejuicio" -2005-, "Expiación: más allá de la pasión" -2007-) opta por el tono de farsa para realizar esta peculiar adaptación de la inmortal obra de la literatura rusa (y mundial) de León Tolstoi, lejos del estilo clasicista (Clarence Brown, 1935) o más fiel a la novela (Bernard Rose, 1997) de las versiones respectivamente interpretadas por Greta Garbo y Sophie Marceau. Desde luego, la ambientación, el vestuario y la fotografía son lo mejor del filme, es decir, la apariencia, pero el fondo de la historia se diluye precisamente por la insistencia del director en resaltar lo teatral, entiendo que como metáfora de los modos de la alta aristocracia rusa de la época, pero con el resultado de conseguir una puesta en escena cargantemente amanerada y sólo con contados momentos de acierto. Por su parte, las interpretaciones no son precisamente lo peor, dado que el reparto cumple bastante bien con su cometido, desde una Keira Knightley a la altura de un papel tan trascendente hasta un Aaron Taylor-Johnson que puede parecer ridículo pero que se limita a encajar con la visión que el director quería dar, tan arriesgada como cuestionable.
Cinelandia.
Más que pedir la devolución del precio de la entrada, casi pagaría por tener la oportunidad de preguntarle a Joe Wright dónde está la gracia de teatralizar la puesta en escena de lo que a su vez es una versión cinematográfica de una novela. Sin presentación de los personajes con el desconcierto que ello provoca, éstos se mueven ejecutando coreografías absurdas dentro de un teatro en el que los escenarios se desmontan y desde el cual se puede contemplar, por ejemplo, una carrera de caballos como si fuera un tíovivo, ¡con caída incluida de uno de los equinos en el patio de butacas!. Un delirante guiñol que me provocó una severa desconexión hasta el punto de echarme en brazos de Morfeo en pequeñas cabezadas (vergüenza me da reconocerlo), sin que ello me impidiera percibir que la pareja de amantes protagonista (Keira Knightley y Aaron Taylor-Johnson) es una de las peores de la historia, la química entre ellos brilla por su ausencia y no aportan la fuerza necesaria a sus actuaciones que la obra de Tolstoi merece. Un soberano aburrimiento producto del ataque de originalidad del director, posiblemente obligado por el hecho de que ya se han hecho otras versiones anteriores y, no siendo ésta necesaria, tenía que ofrecer algo diferente que la justificara. La nota final no es un suspenso absoluto por si acaso me perdí algo relevante en mis momentos de relajación y por si el Oscar al mejor diseño de vestuario fuera merecido, que habiendo visto "Los miserables" (Tom Hooper, 2012) no lo tengo nada claro...

Álex.