Amanece, que no es poco
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Obra maestra del humor surrealista, una corriente muy común en la literatura española, pero que nuestro cine no había llegado a cuajar del todo. Un maestro de la Universidad de Oklahoma de vacaciones (Antonio Resines) y su padre (Luis Ciges) llegan montados en una moto con sidecar a un extravagante pueblecito, donde se dan las más asombrosas situaciones. Desde el borracho que es capaz de desdoblarse físicamente a los hombres que crecen en los bancales, pasando por un grupo de estudiantes del "poder omnímodo" de la Universidad de Eaton. En definitiva, hay que verlo para creerlo y disfrutarlo. Excelentes interpretaciones del numeroso grupo de actores que intervienen, quizá podrían destacarse los papeles de Tito Valverde, Casen o Sazatornil y qué decir de Luis Ciges. En boca de otro actor, una barbaridad como la de matar a su mujer porque era mala hubiera sido incluso de mal gusto, pero de alguna manera consigue hacer de ello una de las escenas más desternillantes de toda la película. Deckard. |