Adiós pequeña, adiós (Gone Baby Gone)
Director: Ben Affleck. Guión: Ben Affleck y Aaron Stockard, sobre el libro de Dennis Lehane.  Intérpretes: Casey Affleck, Michelle Monaghan, Morgan Freeman, Ed Harris, Karen Ahern, Carla Antonino, John Ashton, Amy Ryan, Amy Madigan. Duración: 114 m. Año: 2007. Nacionalidad: EE.UU.


El estreno como director del discreto actor Ben Affleck ("Persiguiendo a Amy" -1997-, "Hollywoodland" -2006-) le puede haber descubierto su verdadera vocación. Y es que esta "Adiós pequeña, adiós" es una sólida, inteligente y, a la vez, dura y elegante manera de abordar el caso del secuestro de una niña pequeña. No busquéis aquí un argumento telefilmero con soluciones fáciles y maniqueas divisiones de malos y buenos. Al contrario, el guión desarrolla una serie de giros que dejan al espectador desconcertado, al tiempo que la dirección mantiene un interés creciente a través de una trama que va desde la simple anécdota hasta una solución compleja y moralmente desconcertante. Los siempre infalibles Ed Harris y Morgan Freeman acompañan a un creíble Casey Affleck (hermanito del dire) y a la guapa Michelle Monaghan.
Cinelandia.
Sin duda las mejores virtudes de esta película son la honestidad y la valentía con las que está hecha. Honesta porque no se posiciona en ningún momento sobre los dilemas morales que plantea (¿dónde acaba la justicia y empieza la venganza?, ¿cómo medir la gravedad y la bondad de nuestras decisiones?) dejando elegir al espectador (excelente escena final). Valiente porque apostar en tu debut en la dirección por una historia y ambientación que inevitablemente recuerdan a la gran "Mystic River" -2003- (no en vano ambas están basadas en novelas de Dennis Lehane) y arriesgarte a no soportar la comparación, lo es. Además lo consigue, siendo algo inferior, con una intensidad estimable soportada en un buen guión, algunas buenas interpretaciones (sobre todo Casey Affleck) y una estructura sólida en la cual caben giros efectivos, que no efectistas, sin que por ello se vea resentida. Lo peor, el personaje de Michelle Monaghan, que no aporta nada hasta casi el final, alguna indolente actuación de quien menos se debe esperar (léase Ed Harris) y la dichosa manía de poner a prueba al espectador con planos y diálogos acelerados en el momento de empezar a resolver el enigma, que te llevan a preguntarte si eres un poco lento o el "prota" es demasiado lince (en mi caso, reconozco estar en el pelotón de los torpes). Sólo dos apuntes más: curiosa polivalencia de Ben Affleck (parece mal actor, buen guionista y apunta a magnífico director, todo por confirmar) y espero que nadie vaya al cine por el morbo de su parecido con el "caso Madeleine" y sí por sus valores cinematográficos, que son muchos.

Álex.