Ad Astra (Ad Astra)
Dirección: James Gray. Guión: James Gray y Ethan Gross. Intérpretes: Brad Pitt, Tommy Lee Jones, Ruth Negga, Donald Sutherland, Kimberly Elise, Loren Dean, Donnie Keshawarz, Sean Blakemore, Bobby Nish, LisaGay Hamilton, John Finn, John Ortiz, Freda Foh Shen, Kayla Adams, Ravi Kapoor, Liv Tyler. Duración: 123 m. Año: 2019. Producción: EE.UU. y China.


La incursión de James Gray en la ciencia ficción es un relato fascinante y misterioso sobre una amenaza para la Tierra (unas extrañas tormentas eléctricas llegadas desde Neptuno ponen en un brete al planeta), al tiempo que trata de una búsqueda que es al mismo tiempo física (el viaje para contrarrestar el peligro) e interior (el hijo en busca del padre perdido), todo ello situado en un futuro próximo tecnológicamente avanzado, pero en el que los humanos parecen condenados a repetir sus errores una y otra vez. Y, finalmente, el filme es una reflexión sobre lo vacuo que puede resultar rastrear vida exterior cuando carecemos de la suficiente inteligencia aquí dentro. Por ello, el final puede resultar frustrante. Yo diría que es realista.
Cinelandia.
Sea en una remota e intrincada selva amazónica ("Z, la ciudad perdida", 2016) o, como ahora, en el inexplorado espacio exterior parece evidente que a James Gray le preocupa confrontar la fascinación por lo desconocido y la ambición colonialista desmedida del ser humano con todo a lo que tiene que renunciar en el plano personal y familiar por embarcarse en esas aventuras. Un sobrio Brad Pitt se encarga de transmitirlo al iniciar ese doble viaje, exterior e interior, en el que, con la excusa de salvar al planeta de una amenaza en forma de tormentas eléctricas supuestamente generadas por una expedición anterior encabezada por su padre (que podría estar vivo), acaba dándose cuenta de que lo verdaderamente importante lo dejamos atrás y que mientras no seamos capaces de tener orden en nuestra propia casa mejor no adentrarse en terrenos peligrosos (y no me refiero al plano físico, precisamente). Una nueva demostración de sabiduría del realizador estadounidense, con su habitual plasticidad visual y su tono calmado y reflexivo en la narrativa (por si alguien espera escenas trepidantes al tratarse de ciencia ficción).

Álex.